Un recuperador de calor es un aparato de ventilación que tiene tres funciones principales en cualquier espacio cerrado: renovar el aire, mantener la temperatura y reducir el consumo energético. Sirve para ventilar una vivienda o edificio sin perder el calor en invierno ni el frío en verano. Esto se logra porque el sistema aprovecha la energía térmica del aire de dentro antes de expulsarlo fuera, y así la usa para calentar o enfriar el aire que entra del exterior. De esta manera, ayuda a ahorrar energía y aporta comodidad en el interior.
Hoy día, los edificios suelen ser muy herméticos para aislar mejor, pero esto hace que renovar el aire sea más necesario aún. Sin ventilación mecánica, el aire se carga de contaminantes que pueden afectar nuestra salud y crear incomodidad. Aquí el recuperador de calor es útil porque permite ventilar de manera controlada sin desperdiciar la energía usada en climatización.
¿Qué es un recuperador de calor?
Un recuperador de calor es un dispositivo de ventilación mecánica controlada (VMC) que se coloca junto a los equipos de climatización. Su función es recuperar una parte importante de la energía térmica del aire que se extrae de dentro para precalentar o preenfriar el aire que toma del exterior. Así, el sistema de calefacción o aire acondicionado tiene que trabajar menos, y eso se nota en un menor consumo de energía.
Puedes imaginarlo así: en invierno, la casa está templada y si abres las ventanas para ventilar, el calor se va y la calefacción tiene que volver a calentar el ambiente. El recuperador de calor evita esta pérdida tomando el aire usado antes de expulsarlo y usando su calor para calentar el aire fresco que va a entrar. En verano ocurre lo contrario: utiliza el frío de dentro para enfriar el aire caliente de fuera antes de que entre.
¿Dónde se utilizan los recuperadores de calor?
Hay muchos lugares donde los recuperadores de calor resultan útiles, entre ellos:
- Viviendas y edificios residenciales: Mejoran el aire y bajan la factura de energía.
- Oficinas y centros de trabajo: Crean ambientes más sanos que favorecen la concentración y el bienestar.
- Centros educativos y culturales: Aseguran la ventilación de las aulas y zonas comunes.
- Locales comerciales y hostelería: Hacen más cómodo el ambiente, gestionan humedad y olores.
- Gimnasios y centros deportivos: Controlan humedad en zonas con mucha gente y uso físico intenso.
- Edificios industriales y almacenes: Permiten renovar grandes volúmenes de aire de forma eficiente.
- Edificios históricos o en rehabilitación: Mejoran el aire y la eficiencia energética sin obras grandes.
Básicamente, cualquier sitio donde haga falta renovar el aire sin abrir ventanas puede instalar un recuperador de calor.
Ventajas de ventilar con recuperadores de calor
Ventilar es importante porque con la actividad diaria se generan dióxido de carbono, humedad, compuestos orgánicos volátiles (COVs) y polvo en el aire que, si no se eliminan, pueden afectar a la salud y a la calidad del ambiente. Sin ventilación, pueden darse alergias, dolores de cabeza y otros problemas respiratorios.
Además, la mala ventilación favorece la aparición de moho, malos olores y el desgaste de los materiales de la casa. Abrir las ventanas ventila pero hace perder mucha energía. El recuperador de calor ventila evitando perder la temperatura del interior, lo que mejora tanto la salud como el bolsillo.
¿Cómo funciona un recuperador de calor?
El recuperador de calor funciona con el sistema de intercambio térmico. Es decir, el aire que sale y el que entra pasan por un aparato donde el calor o el frío del aire que va a salir se transfiere al aire que va a entrar, pero sin que se mezclen. Es como si el edificio respirara y, antes de expulsar el aire viejo, pasara parte de su calor o frío al aire nuevo.
Hay dos corrientes de aire separadas: una extrae el aire usado y otra trae el aire nuevo. Ambas fluyen por un intercambiador de calor formado por placas o membranas, donde se transfiere la energía sin que el aire se mezcle.
Partes de un recuperador de calor
- Intercambiador de calor: Es el elemento principal, donde se transfiere el calor o el frío de un flujo de aire al otro.
- Ventiladores: Uno saca el aire usado y otro mete el aire fresco. Los equipos más eficientes usan ventiladores de conmutación electrónica (EC).
- Filtros: Limpian el aire de partículas de polvo, polen, etc. para que el aire que entre sea limpio.
- By-pass (opcional): Permite pasar el aire sin intercambiar temperatura cuando interesa ventilar sin cambiar la temperatura interior, por ejemplo, con temperaturas exteriores agradables.
- Sistema de control: Permite regular horarios, caudales y, en algunos casos, integrarse con sensores como de CO2.
- Desagüe de condensados: Recoge y elimina el agua que aparece cuando el aire se enfría y se condensa.
¿Cómo transfiere energía un recuperador de calor?
El intercambio de energía es la característica que hace a los recuperadores distintos de las simples salidas de aire. En invierno, el aire caliente que se extrae del interior cede su calor al aire frío de la calle, de modo que el aire que entra ya está templado y la calefacción necesita gastar menos energía. En verano, ocurre parecido pero al revés: el aire frío de dentro sirve para enfriar el aire caliente que entra, ayudando al aire acondicionado.
En algunos modelos, llamados entálpicos, el intercambiador también transfiere parte de la humedad, ayudando a mantener el nivel adecuado dentro del edificio y evitando ambientes demasiado secos o húmedos.
Tipos de recuperadores de calor
Hay varios modelos de recuperadores de calor, que se diferencian principalmente por el diseño del intercambiador y cómo se instalan. Elegir uno u otro dependerá de lo que se busque para el edificio, el clima, el espacio disponible y el presupuesto.
Tipo | Características | Eficiencia típica | Ventajas |
---|---|---|---|
Flujo cruzado | Canales de aire se cruzan en ángulo recto | 50% – 80% | Simple, barato, fácil mantenimiento |
Flujo paralelo (contracorriente) | Canales en sentido contrario y paralelo | Hasta 95% | Alto rendimiento, bueno para eficiencia máxima |
Rotativos | Tambor giratorio acumula y transfiere calor | 70% – 85% | Compactos, transfieren algo de humedad |
Entálpicos | Transferencia de calor y humedad | Alta | Controlan la humedad interior |
Termodinámicos | Incorporan un ciclo de refrigeración | Muy alta | Calientan y enfrían el aire entrante |
Según cómo se instalan, pueden ser:
- Centralizados: Una unidad principal se encarga de toda la ventilación del edificio usando conductos. Muy usados en edificios nuevos.
- Descentralizados: Unidades individuales en cada habitación, sin necesidad de grandes conductos. Prácticos para reformas o edificios antiguos.
Ventajas del recuperador de calor
Instalar un recuperador de calor tiene muchos beneficios tanto en comodidad como en ahorrar energía y ayudar al medio ambiente.
- Baja el coste de climatización: Reutiliza parte de la energía gastada en calentar o enfriar el aire, así que los equipos de calefacción/aire acondicionado gastan menos.
- Mejora el aire interior: Renueva el aire de toda la casa o edificio y elimina contaminantes como CO2, humedad, polvo y olores.
- Control de humedad: Evita la acumulación de humedad y la aparición de moho o condensación, sobre todo en ventanas y paredes.
- Reduce emisiones de CO₂: Al consumir menos energía, disminuyen las emisiones y eso es bueno para el medio ambiente.
Eficiencia energética y rendimiento
La eficiencia del recuperador depende de varios factores, como el tipo de intercambiador, el caudal de aire, la diferencia de temperatura entre dentro y fuera y el estado de los filtros o conductos. También influyen las fugas de aire y el consumo de los ventiladores.
Factor | Cómo afecta |
---|---|
Tipo de intercambiador | Define la cantidad máxima de energía que se puede recuperar |
Caudal de aire | A mayor caudal, menos eficiencia porque el aire pasa más rápido |
Diferencia de temperatura | Cuanta más diferencia, más calor (o frío) se puede recuperar |
Limpieza de filtros | Filtros sucios bajan el rendimiento |
Fugas de aire | Bajan el porcentaje de intercambio térmico |
Criterios para elegir un recuperador de calor
Para elegir el recuperador adecuado, hay que tener en cuenta diferentes factores:
- Capacidad: El aparato debe ser capaz de renovar el aire del espacio según el tamaño y número de ocupantes.
- Instalación: Ver el espacio disponible, si hay falso techo, si se puede instalar en pared o techo, y cómo será el mantenimiento.
- Función by-pass: Interesa sobre todo en zonas con clima templado para aprovechar días en que el aire exterior está a buena temperatura.
- Protección contra heladas y corrosión: En sitios fríos el equipo debe evitar congelaciones, y estar hecho de materiales resistentes.
Instalación y mantenimiento
Para que el recuperador de calor funcione bien, es importante instalarlo de forma correcta y hacer mantenimientos periódicos. Un profesional debe elegir la mejor ubicación, asegurarse de que el sistema drene bien los condensados y que el aparato sea accesible para cambiar filtros y limpiar el intercambiador cuando haga falta.
Mantenimiento periódico:
- Limpiar o cambiar los filtros cada pocos meses.
- Vigilar el intercambiador y limpiar si hay suciedad acumulada.
- Revisar los ventiladores, conexiones eléctricas y el drenaje del agua.
- Comprobar regularmente que el equipo rinde como debe.
Normativa y ayudas económicas
En España, las instalaciones de recuperadores de calor tienen que cumplir varias normas para asegurar su eficiencia y seguridad. Algunas de las más importantes son:
- RITE: Exige que en edificios no residenciales se recupere parte de la energía del aire extraído si el caudal es alto.
- CTE (Código Técnico de la Edificación): Obliga a ventilar los edificios, aunque no siempre a poner recuperadores, pero sí recomienda la ventilación controlada.
- Normativas europeas de ecodiseño: Todos los equipos deben cumplir requisitos de eficiencia antes de su venta.
Hay ayudas y subvenciones públicas, tanto nacionales como de las comunidades autónomas, que pueden apoyar la inversión en estos sistemas, sobre todo en proyectos de rehabilitación energética. También es posible obtener Certificados de Ahorro Energético (CAE) por la energía que dejas de gastar.
¿Dónde es recomendable instalar un recuperador de calor?
- Viviendas: Mejoran el aire y el confort, y el ahorro energético es mayor en casas con buen aislamiento.
- Colegios, comercios e industria: Necesitan renovar mucho aire y pueden ahorrar mucho en climatización.
- Edificios antiguos: Los modelos descentralizados permiten ventilar sin hacer grandes obras.
Preguntas frecuentes sobre recuperadores de calor
¿Cuándo conviene poner un recuperador de calor?
Es muy útil en edificios bien aislados donde ventilar abriendo ventanas genera pérdidas grandes de energía, y en climas extremos. En oficinas y no residenciales con mucha extracción de aire, es obligatorio cuando se supera cierto caudal según la normativa. En casas, aunque no sea obligatorio, se recomienda para mejorar el aire y ahorrar energía.
¿Qué mantenimiento necesita?
El cuidado básico es cambiar o limpiar los filtros cada pocos meses, vigilar que los ventiladores y el intercambiador funcionan bien y que los desagües no estén atascados. Un buen mantenimiento asegura que el aparato dure más y siga ahorrando energía. El gasto de mantenimiento en 10 años se estima en unos 387€.
¿Sirve para quitar humedad?
Sí, estos sistemas ayudan a controlar la humedad interior, evitando la condensación en las ventanas y la aparición de moho. Los modelos entálpicos son los mejores para mantener el nivel de humedad correcto, ya que pueden transferir parte de la misma de un lado a otro, ajustando el ambiente y protegiendo la salud y los materiales del edificio.
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